La poeta se casó con el poeto
Y en vez de tener un niño
Tuvieron un soneto.

Gloria Fuertes
Aunque a veces se nos olvide, 
la poesía es un género infantil primordial para los pequeños, que juega con la musicalidad y el humor, que
estimula la imaginación y la sensibilidad.

Además la poesía infantil está presente en la formación de los niños desde que son apenas unos bebés. ¿Acaso no son las nanas poemas cantados?

Dejemos que la poesía entre en las bibliotecas de nuestros hijos. Aprendámoslas con ellos, juguemos a recitarlas. Descubriremos que además de divertidas, las poesías infantiles tienen multitud de beneficios para los más pequeños: 

– La poesía es una herramienta perfecta para ejercitar la memoria de los niños. Las rimas hacen más fácil la memorización del texto, y recitar poemas mejora la expresión corporal y la dicción.

– La poesía infantil puede ser percibida por los pequeños como un juego. Inventar versos, continuar poemas o simplemente recitarlos, es una actividad divertida que implica a los pequeños y les hace partícipes del proceso creativo. Al igual que las canciones infantiles, los poemas que los niños aprenden y cantan son parte de su rutina de juegos.

 Aumenta su vocabulario y su capacidad perceptiva. Los niños acostumbrados a escuchar poesía desarrollan más su creatividad, captan mejor lo que ven a su alrededor, tienen una mirada más “sensible” hacia las cosas que le rodean.
– La poesía ayuda a comprender situaciones emocionales complejas, mejorando su crecimiento interior. 

Por supuesto, al igual que las narraciones, los poemas tienen que ser adecuados a la edad del niño, aunque, al mismo tiempo, muchos poemas tienen varios niveles de lectura. Adaptémonos a la edad de nuestro hijo a la hora de interpretarlos. 

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